sábado, 22 de mayo de 2010

La visión



Sangran las encías de los corceles,
Se quiebran los dientes como vidrio
Masticando el recuerdo en la quietud.

Desde la montura a la doma, todo les duele.
Se vuelcan sobre el horizonte con la mirada,
y se pintan en el iris desatando bridas.
Primero trotan, mirando hacia atrás
Un minuto, sólo, y galopan.

Abandonan los grilletes del pasado
Y en las huellas, su zapateo gitano,
Estático.

Atraviesan llanuras, montañas y lagos
Volviéndose siluetas de la noche, anónimas, por fin.
La luna platea sus crines, las hace marea indómita
Y ellos relinchan.

Clavan en el cielo un eco salvaje
Que regresa como tacto arrastrándose por el cristal
Cuando se ven debajo de sus bridas,
La montura y la doma
Y su grito golpea en el vientre, el hielo en los ojos,
El sueño revuelto en el pajar.