viernes, 1 de enero de 2010

Hasta siempre


Ecuador me ha dejado muchos nudos en la garganta y cientos de experiencias que ya no olvidaré. Gracias a las personas que las han hecho posibles…

A mi niña, que cada sueño con ella es una realidad; a Don Rieguito, por regalarme en dos días las miradas más sinceras (algún domingo llegaremos en bicicleta hasta el volcán); a Gaba, que a pesar de ser tuerto me ha enseñado la amplitud del horizonte; a Nelsa y Margot, por hacerme ver que todavía hay personas que construyen con sentimientos e ideas; a tantos niños quichuas, por mostrarme con su fortaleza el valor de la vida; a Adrian, por darme de comer con los bolsillos vacíos; a Marquitos y su camioneta, por ser nuestra entrada y salida al país; a la familia guayaquileña, capaz de recorrerse Ecuador de sur a norte para decir hasta pronto; a Guachito, por hacer más amenas las noches de oficina; a doña Rosita, por alimentar con pizza, buena música y cariño todos nuestros sueños; a Ana, por darme la oportunidad de El Mundo; a los trabajadores que se sentaron en el lado izquierdo de la cena navideña; a Marieli, por dedicarse tanto a mi niña; a Víctor Hugo, Miguelito, Álvaro, y todos los profesores que quieren hacer de la Universidad un centro de Humanidad; a los alumnos que me escucharon o sólo se sentaron en la clase; a los guerreros shuar, waorani y todos los hombres y mujeres amazónicos que no se rendirán jamás; a doña Teresita, por abastecerme del tabaco con el que construí mis reportajes; a los chicos de Tulcán, grandes periodistas y mejores personas; a los refugiados, a los campesinos, a las obreras de Atuntaqui, a los indígenas, a los ecuatorianos, a todos los que han regalado sonrisas en la despedida y siguen caminando con un puño cerrado y una mano abierta; a mi dos amores por estar a mi lado en esta lucha; a todos los que leen estas palabras… A los muchos que no he citado (que me perdonen) y están en mi corazón.

Hasta siempre.

Llamamiento shuar al mundo


El planeta está sufriendo los primeros estragos de contaminación mundial, en este momento los ríos de la Amazonía se están secando por el calentamiento global y en las comunidades de las selvas hay mucha preocupación. Pedimos a todos los empresarios madereros, petroleros y mineros por favor paren de explotar y consumir innecesariamente.

Los jefes Shuar dicen que si se sigue contaminando y destruyendo nuestro mundo, la tierra se moverá y las fuerzas de la naturaleza se activaran y sería un caos para la humanidad. Entonces todo el dinero del mundo no será útil, los poderes de los gobiernos no tendrán valor; ese día la humanidad recién podrá entender… esperamos que eso no suceda ya que estamos a tiempo para cambiar el rumbo de las generaciones humanas.

Las culturas son diferentes en todo el mundo, hoy debemos educar con sabiduría para que todos podamos entendernos y respetarnos sin condición, así seremos más humanos y más hermanos.



Tzamarenda Naychapi

Una revolución obrera

Os mando un pequeñísimo reflejo del inconmensurable trabajo de mi niña. Ha liderado una revolución obrera que nadie de los que la han disfrutado olvidará. Muchas felicidades. Siempre te seguiré en la lucha… Asul